En un giro inesperado que ha dejado a los consumidores boquiabiertos, General Motors (GM) se enfrenta a una demanda colectiva relacionada con su motor V8 L87.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) ha informado que los avances en seguridad vehicular han logrado salvar más vidas que nunca, pero esta mejora contrasta con los problemas serios que algunos propietarios de vehículos aún tienen que enfrentar.
¿Por qué General Motors está en el centro de una demanda colectiva?
La historia del demandante James S. Powell II es un ejemplo claro de estas dificultades. El 18 de febrero de 2025, Powell presentó una demanda en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, en Michigan, después de tener una experiencia frustrante con su nueva GMC Yukon Denali 2023, que compró en octubre de 2022.
Al encenderse la luz de verificación del motor, la llevó a un concesionario GM, donde le informaron que su motor estaba defectuoso y debía ser reemplazado. Powell, esperanzado con esta solución, se encontró nuevamente con problemas tras el reemplazo, lo que lo llevó a cuestionar la fiabilidad de su vehículo.
¿Un defecto común que pudo evitarse?
Más allá del caso de Powell, la demanda sostiene que estos vehículos tienen un “defecto común en los cojinetes del motor”, que puede resultar en daños severos como la rotura del bloque del motor o el agarrotamiento del mismo.
Un aviso de la NHTSA, fechado el 24 de abril, añadió más preocupación al declarar que había defectos en “los componentes del motor de la biela o el cigüeñal”, lo que podría llevar a fallas severas.
Lo que es más alarmante es que el demandante alega que GM tenía conocimiento de este defecto desde hace años, pero no tomó medidas al respecto.
Se han presentado numerosas quejas a la NHTSA de otros propietarios que han experimentado problemas similares, lo que hace que la situación sea aún más inquietante. Según la demanda, GM ya sabía de estos problemas antes de que se emitiera el retiro en marzo de 2023, lo que genera dudas sobre la transparencia de la compañía.
GM promete acciones concretas pese al silencio legal
GM, como respuesta a la demanda, ha indicado que no comentará sobre litigios en curso. No obstante, la compañía está tomando el retiro muy en serio. Se ha comprometido a inspeccionar cada motor L87 que llega a los concesionarios y, si es necesario, reparará o reemplazará el motor defectuoso.
Además, ofrecerá un aceite de mayor viscosidad y otros componentes necesarias para asegurar la fiabilidad de los vehículos durante la inspección.
¿Están los propietarios de GM tomando en serio el retiro de sus vehículos?
Para los propietarios de vehículos GM, este retiro es una llamada de atención sobre la importancia de tomarlo en serio. Si su vehículo está involucrado, es crucial que lo lleven a un concesionario autorizado para asegurarse de que se tomen las medidas adecuadas.
La preocupación por la confiabilidad de los vehículos se incrementa, especialmente en un mercado donde cada vez más consumidores están atentos a la durabilidad de sus automóviles.
La presión crece mientras otros fabricantes lideran en confiabilidad
La confiabilidad es un factor decisivo para la compra de un auto. Nadie quiere enfrentarse a problemas mecánicos que puedan acarrear costos elevados en reparaciones o, peor aún, accidentes. Comparativamente, vehículos de otras marcas, como Toyota, han tenido puntuaciones de confiabilidad mucho más sólidas, creando así una creciente presión sobre GM para que restablezca la confianza de los consumidores.
Los retiros no son algo nuevo para GM. En 2021, la compañía retiró todos los modelos Chevrolet Bolt debido a riesgos de incendio, un movimiento que generó un gran revuelo y preocupación entre los propietarios.
¿Pudo GM haber actuado antes ante los defectos del motor L87?
Estas situaciones llevan a muchos a preguntarse si GM podría haber abordado los problemas con el motor L87 mucho antes, en lugar de dejar que los consumidores enfrentaran las consecuencias.
El debate sobre la confianza en GM continúa entre clientes descontentos que se sienten traicionados por la demora en abordar estos defectos. La experiencia de Powell y de muchos otros pone de relieve una verdad incómoda: incluso en un mundo con avances significativos en seguridad automotriz, todavía hay desafíos que los conductores deben enfrentar.
¡No deje la inspección para última hora!
La llamada a la acción es clara: si usted es propietario de un vehículo GM afectado, no postergue la inspección, porque su seguridad podría depender de ello.