La necesidad de seguridad es un impulso fundamental en la vida humana. No solo se manifiesta en la búsqueda de relaciones estables, sino también en decisiones prácticas, como elegir un automóvil. Para muchas mujeres, esta elección refleja un paralelismo sorprendente: así como desean confianza y protección en una pareja, exigen que su vehículo garantice seguridad para ellas y sus seres queridos. Pero ¿qué factores concretos definen esta elección? Un estudio revelador y testimonios de expertas globales nos dan la respuesta.
Seguridad: La Prioridad Incuestionable
Según una investigación liderada por la periodista Charleen Clarke en colaboración con la aseguradora 1st for Women, el 87% de las conductoras identifican la seguridad como el criterio principal al comprar un auto. Este dato no surge solo de estadísticas: miles de mujeres enfatizan la importancia de sistemas como airbags avanzados, estructura antiimpactos y controles electrónicos de estabilidad.
Tina Vujanović, representante de Serbia en el Women’s World Car of the Year (WWCOTY), respalda esta tendencia. Tras encuestar a 14,000 automovilistas, descubrió que la posición elevada del asiento —que mejora la visibilidad— es otro requisito clave. “No se trata solo de protegerse en un accidente, sino de prevenir riesgos con una conducción más consciente”, explica.
La seguridad moderna va más allá de los airbags. Mebi Nguyễn, miembro del WWCOTY en Vietnam, destaca la demanda de tecnologías preventivas:
- Cámaras de marcha atrás.
- Sensores de estacionamiento.
- Alertas de ángulo muerto.
Estos dispositivos no solo reducen errores humanos, sino que empoderan a las conductoras en entornos caóticos, como ciudades con tráfico denso.
En Estados Unidos, Elana Scherr añade otro matiz: la eficiencia energética. “Muchas mujeres priorizan autos seguros y económicos. Un bajo consumo de combustible no solo ahorra dinero, sino que refleja responsabilidad”, comenta. Así, la seguridad se entrelaza con la pragmática cotidiana.
Funcionalidad y Confort: Un Equilibrio Necesario
Kurcz Erzsébet, jurada húngara del WWCOTY, subraya que la elección de un auto es un acto de coherencia con el estilo de vida. “Buscan vehículos fiables, fáciles de manejar en calles estrechas, pero también interiores ergonómicos y estéticamente atractivos”, señala. Para muchas, esto incluye detalles como asientos calefaccionados, conectividad Bluetooth y sistemas de sonido premium.
Además, el espacio es crucial. Desde compras semanales hasta viajes familiares, un maletero amplio o asientos plegables pueden marcar la diferencia. “No es un capricho, es una necesidad práctica”, enfatiza Erzsébet.
Contrario al cliché de que las mujeres eligen autos por su diseño, Fran Muñoz, representante chilena del WWCOTY, desmonta este mito: “Hoy acceden a reseñas, pruebas de choque y comparativas técnicas. Son compradoras informadas que priorizan rendimiento y valor a largo plazo“.
Este enfoque racional se refleja en la creciente preferencia por marcas con historiales comprobados de durabilidad y bajos costos de mantenimiento. “El marketing emocional ya no las convence. Quieren hechos”, agrega Muñoz.
Un Vehículo para Cada Etapa de la Vida
Las necesidades automovilísticas varían según los roles diarios. Nicole Wakelin, experta estadounidense, explica: “Una profesional que viaja diariamente valorará la comodidad en autopistas, mientras que una madre necesitará espacio para sillas infantiles y fácil acceso a los asientos traseros”.
Ejemplos concretos abundan: los SUV medianos ganan popularidad por su versatilidad, mientras que los híbridos enchufables atraen a quienes equilibran vida urbana y conciencia ambiental.
El 68% de las encuestadas por Charleen Clarke consideran el impacto ambiental al elegir su auto. Esto se traduce en preferencia por motores eléctricos, híbridos o tecnologías de bajas emisiones. “No es una moda, sino una convicción. Saben que su elección afecta al planeta”, afirma Clarke.
Esta tendencia es global: en Europa, las etiquetas ECO influyen en la decisión, mientras que en Asia, las políticas de restricción vehicular en ciudades impulsan la adopción de autos verdes.
Conclusión
La voz de las mujeres está transformando el sector. Sus demandas —seguridad multifacética, tecnología intuitiva, funcionalidad adaptativa y responsabilidad ambiental— obligan a las marcas a innovar más allá de lo estético.
Este cambio no solo beneficia a las conductoras: establece estándares más altos para todos. Al fin y al cabo, un auto seguro, eficiente y versátil no tiene género. Es, simplemente, un buen auto.