A pesar de que las ventas de vehículos eléctricos aún no alcanzan su máximo potencial, estos automóviles han dejado de ser una rareza y se han convertido en un espectáculo habitual en las calles urbanas. Esta situación contrasta notablemente con lo que sucedía en los años 70, época en la que la Reina Sofía ya mostraba ser una pionera, desplazándose por Zarzuela en un coche eléctrico que le fue obsequiado por México.
Los coches eléctricos, tan populares hoy en día, tienen en su historia orígenes que muchos ignoran. En realidad, fueron desarrollados poco después de los primeros automóviles de motor de combustión. La viabilidad de estos vehículos ha sido un tema complicado a lo largo del tiempo, particularmente hace más de un siglo. Además, a partir de la invención del motor de arranque y de los avances tecnológicos, los motores térmicos comenzaron a mejorar su eficacia y rendimiento considerablemente.
A lo largo del siglo XX, se presentaron distintos vehículos eléctricos, aunque muchos de ellos se limitaron a prototypes o a usos muy específicos. En España, sorprendentemente, existió una flota de taxis eléctricos que operaba en Barcelona en los años 40, utilizando un sistema de baterías intercambiables. ¡Cuán familiar nos resulta eso hoy en día!
La Reina Sofía y su coche eléctrico en Zarzuela
En el contexto de las recientes conversaciones reveladas entre el Rey Juan Carlos y Bárbara Rey, que ponen de manifiesto las tensas relaciones entre el monarca y la Reina Sofía, resulta curioso recordar el periodo en el que la Reina se desplazaba por Zarzuela en un coche eléctrico.
En octubre de 1977, José López Portillo, presidente de México en ese momento, obsequió a Sofía un coche eléctrico de estilo vintage, inspirado en los modelos de principios del siglo XX, que contaba con tres baterías de 12 volts y tenía capacidad para cuatro ocupantes. Asimismo, en lugar de un volante convencional, este vehículo estaba diseñado para manejarse con una palanca y carecía de marchas. Solo disponía de dos pedales: uno para acelerar y otro para frenar.
En aquel entonces, López Portillo llevaba menos de un año en la presidencia de México, mientras que Don Juan Carlos I y Doña Sofía estaban a punto de cumplir dos años de su reinado. Las relaciones entre ambos países en 1977 contrastan notablemente con la actualidad. Entonces, México obsequiaba un coche eléctrico a la Reina Sofía, mientras que hoy pide disculpas por la conquista del siglo XVI. Sin embargo, no reclama reparaciones a Estados Unidos por la pérdida de más de la mitad de su territorio en 1848 a través del Tratado de Guadalupe Hidalgo.
La Casa Real posee una colección destacada de coches únicos, incluido un SEAT 600 roadster que también es un regalo peculiar al rey Felipe VI de España. En la actualidad, el vehículo eléctrico de la Reina emérita se conserva como parte del Patrimonio Cultural de Defensa en la Colección Museográfica de la Guardia Real, ubicada en el Paseo de El Pardo.