Por mucho tiempo, los conductos de viento han sido empleados para idear y testear la aerodinámica aplicada a los vehículos, mayormente para examinar su resistencia al viento. Actualmente, la marca del óvalo ha ideado una vanguardista tecnología al combinar los más recientes progresos en conductos de viento con una cinta de correr equivalentes al tamaño de un carro, con el fin de crear su próxima línea de vehículos de producción, incluyendo al Mustang Dark Horse.
El Conducto de Viento con Cinta de Rodaje (RRWT, por sus siglas en inglés) es competente para simular velocidades de viento y condiciones de la superficie de la ruta de hasta 200 mph. Esta tecnología será utilizada para llevar a cabo pruebas en toda la serie de autos de la empresa, incluyendo a los futuros modelos eléctricos, híbridos y de gasolina. Adicionalmente, para evaluar un desempeño aerodinámico ideal, cada rueda dispone de su respectiva cinta de rodaje.
El flamante conducto de viento de Ford, completamente innovador
Una de las principales ventajas del RRWT es su habilidad para suministrar datos más precisos en cuanto a resistencia al viento y fuerza de descenso en comparación con los conductos de viento de anteriores generaciones.
Según datos de Ford, estos elementos son esenciales para optimizar el alcance y la eficacia de los vehículos. Además, esta nueva tecnología permite llevar a cabo más pruebas internas que simulan las condiciones de manejo en carretera, lo cual resulta en una disminución de los gastos de diseño y una aceleración del proceso de desarrollo de vehículos.
El Mustang Dark Horse es uno de los primeros autos que serán sometidos a pruebas en este conducto de viento. Durante las pruebas, los especialistas en aerodinámica cambiarán la mínima resistencia al aire por un incremento en la fuerza de descenso, lo que favorecerá a que este modelo logre una mejor adherencia al suelo, aprovechando, por supuesto, algunos de sus atributos particulares, como la aleta de Gurney, que ayuda a producir una mayor fuerza de descenso.