El CEO de Bugatti Rimac, Mate Rimac, ha hecho realidad un viejo sueño de infancia al adquirir un Volkswagen Golf R32, un compacto que, a pesar de contar con un modesto motor de 250 CV, significa mucho para él. A menudo se dice que el dinero no lo es todo, y esta afirmación puede llevar la razón de aquellos que, como Rimac, han logrado cumplir anhelos más allá de las exorbitantes cifras en sus cuentas bancarias.
Mate ha mostrado con orgullo esta compra en su cuenta de Instagram, una decisión que parece tomar por sorpresa a sus seguidores. Él mismo admite que no es el coche que esperarían ver conducido por el CEO de una marca de hiperdeportivos, pero hace 19 años, cuando comenzaba su carrera, este modelo era un verdadero ícono que deseaba intensamente.
Críticas sinceras y emociones puras al volante del R32
Al revelar la llave, el emblema de Volkswagen se presenta con modestia. Sin embargo, este coche es todo menos ordinario para alguien con una pasión endiablada por el automovilismo, como Rimac. En su plaza de garaje, el Golf R32 lo espera, y aunque lo describe como “cool”, también comparte algunas observaciones críticas tras unas primeras impresiones al conducirlo.
Por un lado, la leva detrás del volante le parece un tanto frágil, destacando la necesidad de un sistema de infoentretenimiento que se quede corto al compararlo con los estándares actuales. Pero a pesar de estos inconvenientes, el sonido del motor es más que suficiente para borrar cualquier duda. Rimac reconoce que es un vehículo que, a pesar de sus años, trae consigo una personalidad vibrante que lo emociona.
El “restomod” como puente entre la nostalgia y la innovación
Además, se siente inspirado por la idea de realizar un “restomod” en el coche, una mezcla entre restauración y modificaciones contemporáneas. Menciona la posibilidad de cambiar la transmisión automática por una manual, reflejando su deseo de personalizar y revitalizar este modelo clásico sin perder su esencia inicial.
Rimac concluye que, aunque muchos no se lo esperarían, la autenticidad de su amor por el automovilismo lo conecta con personas de todos los ámbitos, mostrando que a veces la felicidad no se encuentra en la potencia desmesurada, sino en aquellos coches que marcan etapas en nuestras vidas.
El Golf R32, parte de la quinta generación del Volkswagen Golf y lanzado en 2006, representa un paso radical en el mundo de los “hot hatch”. Este modelo, con un motor V6 que rinde 250 CV y 320 Nm de par, ofrece el equilibrio perfecto entre rendimiento y practicidad.
Potencia discreta, espíritu indomable: así es el legado del R32
Con su tracción integral 4Motion, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos, y aunque la versión manual es ligeramente más lenta, ambas pueden alcanzar velocidades que serían consideradas impresionantes incluso hoy en día.
En definitiva, Mate Rimac es un recordatorio de que, independientemente de la magnitud de nuestros logros, lo que realmente importa son las pasiones y sueños que nos hacen sentir vivos. Su elección de un Volkswagen Golf R32 habla de su viaje personal y su conexión duradera con el automovilismo, un vínculo que es fuerte y genuino.
