La cuestión del crédito fiscal federal de $7,500 para vehículos eléctricos ha cobrado una relevancia inesperada en el debate nacional. La administración Trump ha puesto en la mesa la posibilidad de eliminar este incentivo financiero, algo que podría impactar de manera significativa en el mercado automotriz y, lo que es más preocupante, en la economía y los empleos en el sector manufacturero de Estados Unidos.
¡Caída del 40% en Ventas para 2030!
Un nuevo estudio del Proyecto REPEAT de la Universidad de Princeton pone de manifiesto las consecuencias potenciales de esta decisión, revelando que, aunque no todos los vehículos eléctricos en el país se benefician del crédito, su pérdida podría llevar a una caída en las ventas del 30% para 2027 y hasta un alarmante 40% para 2030.
Este descenso podría traducirse en una merma significativa de la cuota de mercado de los vehículos eléctricos, pasando del 18% estimado para 2027 a apenas un 13% en ese mismo año. Para 2030, se proyecta que esta cuota podría caer del 40% al 24%.
Jesse D. Jenkins, profesor asistente en Princeton y líder del proyecto, subraya que este análisis no solo se centra en las cifras de ventas, sino que también establece un vínculo crítico con el sector manufacturero estadounidense.
“El informe es también el único análisis que conozco hasta la fecha que también establece la conexión con el sector manufacturero estadounidense”, afirma Jenkins. Esto sugiere que el impacto del crédito fiscal va más allá de los consumidores que buscan un vehículo eléctrico; también pone en riesgo los empleos de miles de trabajadores que dependen de la producción en fábricas que fabrican estos vehículos y sus componentes.
Crisis en la fabricación de baterías: Hasta el 72% de la capacidad podría quedar inactiva
La eliminación del crédito podría sentar las bases para el cierre o la cancelación de expansiones planificadas en plantas de ensamblaje de vehículos eléctricos. Según el estudio, esta disminución en la demanda podría llevar al 100% de las cesiones de producción a simplemente desvanecerse.
Además, se estima que entre el 29% y el 72% de la capacidad de fabricación de baterías que existe actualmente podría caer en desuso este año, lo que provocaría una crisis en un sector que ha sido fundamental para la transición hacia un futuro más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles.
Congreso en la mira: ¿Lograrán eliminar el crédito o es una amenaza política?
Es importante destacar que, para que el crédito fiscal sea eliminado, sería necesaria una acción coordinada del Congreso. En su forma actual, el crédito cuenta con restricciones como topes de precios y límites de ingresos para los compradores, que determinan quiénes pueden beneficiarse realmente de este incentivo.
Sin embargo, la diferencia de precios que este crédito puede hacer para un consumidor al comprar un vehículo eléctrico no puede subestimarse. Para muchos, esos $7,500 pueden ser la diferencia entre conducirse en un coche eléctrico o seguir optando por un modelo tradicional.
¿Futuro eléctrico o estancamiento?
La conversación en torno a este tema es crucial, no solo para quienes buscan un vehículo eléctrico, sino para todos aquellos que anhelan un futuro en el que la movilidad sea sostenible y accesible. La decisión que se tome potencialmente podría reconfigurar no solo la industria automotriz, sino el paisaje económico y laboral estadounidense en su conjunto.