¿Qué características debería tener tu colección de automóviles si dejas olvidado un Ferrari F40 durante una década en un aparcamiento de Múnich? Esto fue lo que le sucedió a Ion Tiriac, considerado el individuo más adinerado de Rumanía, empresario y antiguo deportista. Además, Tiriac es un apasionado de los automóviles y tiene una gran variedad de vehículos en su colección, la cual sirvió de fundamento para la creación de un museo.
Ion Tiriac, originario de Brasov y nacido en 1939, fue un deportista que participó en hockey sobre hielo en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1964 y que posteriormente se trasladó al tenis profesional, donde alcanzó el top 10 con 34 títulos individuales, ganó Roland Garros en la categoría de dobles en 1970 y compitió en varias finales de la Copa Davis.
Mientras aún jugaba al tenis, Tiriac se trasladó a Mónaco. Allí se convirtió en entrenador y representante de tenistas, iniciando así la acumulación de una considerable fortuna (actualmente estimada en 2.200 millones de euros). Posteriormente, también terminaría organizando competiciones de tenis, entre ellas el Mutua Madrid Open (que fue idea original suya), incursionando en diversas áreas de negocio en su rol como empresario exitoso.
Adquirió un Ferrari F40, lo estacionó y se olvidó de él durante 10 años
Con un nivel adquisitivo muy alto y un refinado gusto por los automóviles, el empresario rumano intentó obtener uno de los Ferrari F40 directamente de la fábrica. No obstante, Tiriac no logró conseguir ninguno, a pesar de que Ferrari fabricó 1.311 ejemplares entre 1987 y 1992. Así que la única alternativa que tenía era adquirirlo directamente de alguno de esos 1.300 clientes de la marca italiana que sí habían disfrutado de esa oportunidad.
Tiriac encuentra a un propietario en Alemania y le compra su F40 por más de 630.000 euros. En lugar de llevarlo a Mónaco para incorporarlo a su colección, elige estacionarlo en un aparcamiento privado de Múnich para recogerlo en otra ocasión.
A pesar de su compromiso, el ocupado empresario se olvidó de recoger el clásico de la firma de Maranello y el vehículo permaneció desatendido durante 10 años. Un día, Tiriac recibió una llamada que le recordaba que su Ferrari F40 había pasado una década sin moverse del garaje alemán donde lo había dejado estacionado.
Una vez recuperado su esplendor, Tiriac se desprendió del F40 vendiéndolo por una cifra que no se hizo pública. Sin embargo, considerando el notable aumento en el valor de estos vehículos desde su lanzamiento, no sería sorprendente que la venta del auto que conmemoró el 40 aniversario de la fundación de Ferrari representara un negocio altamente rentable para el empresario y ex tenista que ahora tiene 85 años.