La mayoría ni siquiera podrá encenderlo, y conducirlo podría volverse muy riesgoso. Un monoplaza de F1 puede llegar a desarrollar 1,000 HP con apenas 800 kg y una aerodinámica diferente. Es muy probable que si permitieran a una persona “común” manejarlo, terminaría estampado contra el guardar riel.
Ten en cuenta varios aspectos:
Un motor de F1 no puede funcionar a baja velocidad, se dañará.
Algunos monoplazas de F1 prácticamente carecían de amortiguación, con tan solo 2 o 3 cm de recorrido
el piloto va sentado directamente sobre el auto, no hay asiento acolchado.
Los pilotos de F1 reciben un intenso entrenamiento físico.
En apenas 1 o 2 horas de carrera, un piloto de F1 puede perder entre 2 y 4 Kg de peso.
Algunos terminan con costillas lastimadas después de una carrera, sin haber chocado, solo por las fuerzas G laterales.
A otros se les rompen venas en los ojos debido a las desaceleraciones al frenar
Los monoplazas de F1 no cuentan con un sistema de refuerzo en los frenos como un automóvil normal. Para esto tilizan la fuerza de las piernas del piloto para generar presión hidráulica y detenerse.
Asimismo, los frenos de cerámica y carbono son muy eficaces para manejar altas temperaturas, pero si están fríos, no funcionarán correctamente
Los discos de freno pueden llegar a alcanzar temperaturas de 1000 °C, lo que los hace muy difíciles de controlar, pero si bajan de los 200 °C, también puede ser un problema.
El piloto debe regular los frenos para evitar que se enfríen o se sobrecalienten.
Problema de aerodinámica:
Otro problema es que manejar un F1 a baja velocidad (120 o 170 kph) es muy peligroso porque estos autos son muy ligeros y tienen una forma similar a la de un ala de avión invertida. Aprovechan el principio de sustentación de un ala para mantenerse pegados al piso, pero para lograr esto, se requiere que vayan a alta velocidad o de lo contrario, no habrá apoyo aerodinámico.