El 21 de abril no es solamente una fecha en el calendario. Es un recordatorio poderoso de un momento que cambió el nombre de la historia del automovilismo y que permanece grabado en la memoria de los aficionados: el 40.º aniversario de la primera victoria de Ayrton Senna en un Gran Premio. Tal evento, que podría parecer solo otro hito, evoca emociones profundas y el espíritu indomable que Senna representaba en la pista.
Para rendir homenaje a este legado, el legendario Lotus 97T, el mismo coche que llevó a Senna a su primera victoria en el Gran Premio de Portugal en 1985, regresará al circuit de Estoril. Esta será la primera vez que el automóvil, testigo de un triunfo crucial, vuelva a rodar por esas pistas, y será Bruno Senna, sobrino de Ayrton, quien tomará el volante. El momento se promete como una mezcla de nostalgia y celebración, recordando no solo una victoria, sino la esencia de lo que significa ser un piloto en la Fórmula 1.
El legado de Lotus continua entre nosotros
Este evento no es únicamente un tributo a la figura icónica de Ayrton Senna; también es un reconocimiento a la herencia de Lotus y su papel fundamental en el desarrollo del automovilismo. Con el 75.º aniversario de la Fórmula 1 como telón de fondo, esta conmemoración es un homenaje a todos los ingenieros, diseñadores y pilotos que han sido parte de la familia Lotus. La trayectoria del equipo está entrelazada con la evolución del deporte, marcando hitos y promoviendo la innovación en cada vuelta.
La victoria de Senna en Estoril fue una clase magistral en el arte de conducir bajo la lluvia. Aquel día, el brasileño se mostró como un maestro, dominando a sus competidores con una destreza que dejó a todos asombrados. Fue la primera de sus 41 victorias en la categoría, y Senna mismo la calificó como una de las mejores actuaciones de su carrera, incluso más que su emblemática victoria en Donington en 1993. «¡Ni hablar! Tenía control de tracción. Fue una buena victoria, pero comparado con Estoril 1985, no fue nada», dijo, destacando su propio nivel de autocrítica y compromiso con la excelencia.
¿Sabías que el Lotus 97T no fue solo una máquina de carreras?
El Lotus 97T no fue solo una máquina de carreras; fue un pionero en la ingeniería automotriz, introduciendo elementos aerodinámicos que han dado forma a los diseños de la Fórmula 1 moderna. Su configuración innovadora marcó el inicio de una era de sofisticación técnica que se ha mantenido vigente durante décadas, un legado que habla de la búsqueda constante de la perfección que caracteriza tanto al piloto como al equipo.
Clive Chapman, Director General del Classic Team Lotus, captura la esencia de esta historia al afirmar: «Para el Team Lotus, la llegada de Ayrton fue un momento decisivo. Su talento, su conocimiento técnico y su incansable empuje impulsaron al equipo hacia adelante». Esta celebración del aniversario no solo revive recuerdos, sino que también ofrece una oportunidad de honrar un legado que sigue inspirando a generaciones.
Por su parte, Bruno Senna expresará su conexión emocional con el coche y su historia en la pista. «Será una sensación increíble conducir este icónico coche, que marca el inicio de una serie de victorias y logros de mi tío», compartirá, sintiendo el peso de su herencia familiar al girar el volante de una máquina que simboliza mucho más que velocidad; representa sueños, pasión y perseverancia.
¡Toda una experiencia que no te puedes perder!
El evento promete reunir a aficionados de todo el mundo, una comunidad unida por la memoria de Ayrton Senna y su impacto en el automovilismo y en la sociedad. Su legado se extiende más allá de las pistas: es un símbolo de cómo el deporte puede influir en la vida, impulsando movimientos al respecto del impacto educativo y la innovación sostenible. Su historia sigue inspirando a nuevas generaciones, recordando a todos que no hay sueño demasiado grande y que nunca deben rendirse.
Antes de hacer su camino hacia Estoril, el Lotus 97T estará presente en la 82ª edición de la Reunión de Miembros de Goodwood los días 12 y 13 de abril. Esta actua como una despedida simbólica antes de su travesía de regreso a Portugal, una celebración de la historia, el ingenio y el espíritu indomable que defines el automovilismo.