En los años 60, Alfa Romeo experimenta triunfos deportivos gracias al Alfa Romeo Giulia TZ. Por lo que la marca italiana encargó a Bertone y Pininfarina que desarrollaran cada uno un prototipo basado en el concepto del modelo para convertirlo en un vehículo de producción en serie. El primero creó el Alfa Romeo Canguro.
Fue revelado en la 51ª Edición del Salón del Automóvil de París, donde fue muy bien recibido, aunque su trayectoria estuvo llena de obstáculos.
Características del Alfa Romeo Canguro
Fue Giorgietto Giugiaro quien estuvo a cargo del diseño, dando forma a una carrocería de fibra de vidrio con líneas suaves y redondas, logrando un aspecto muy atlético. Además, fue revolucionario porque los cristales estaban integrados en la carrocería, una técnica que, aunque hoy en día es común, en ese entonces no lo era. Otros rasgos destacables eran el diseño aerodinámico de la parte trasera “Coda Tronca” y las salidas de aire interiores con la forma del emblemático “quadrifoglio”.
En cuanto a la parte mecánica, se utilizó el chasis tubular del Alfa Romeo Giulia TZ y se equipó con un motor de 4 cilindros que generaba 170 CV. Todo esto acoplado a una caja de cambios manual de 5 velocidades y a un sistema de tracción trasera.
A pesar de sus prometedores atributos, Alfa Romeo decidió finalmente no fabricarlo en serie, siendo este el primer revés de varios. Poco después de esta determinación, mientras se filmaba un comercial con el vehículo, sufrió un accidente en la Curva Parabólica del Circuito de Monza.
El impacto fue tan grave que se calculaba que eran necesarias unas 15.000 horas de trabajo para restaurarlo y devolverlo a su estado original. Por lo que se determinó que no era viable llevar a cabo dicha labor.
Por mucho tiempo, el Alfa Romeo Canguro cayó en el olvido, hasta que varios años después, sus restos fueron adquiridos por un entusiasta alemán. Cambiaron de propietario en varias ocasiones hasta que terminaron en manos de un coleccionista japonés.
Este último, con respaldo del Museo Alfa Romeo, se encargó de restaurarlo y devolverlo a su antigua gloria, y posteriormente participó en la edición 2005 del Concurso de Elegancia de Villa d’Este, donde recibió un premio.