Cualquiera que tenga cierto conocimiento sobre la historia de los muscle cars sabrá de la competencia que existió entre Ford, Chrysler y Plymouth durante muchos años. Una rivalidad que surgió después del lanzamiento del Ford Mustang y que llevó a los aficionados a respaldar de manera incondicional a una marca sobre otra, como si fueran equipos de fútbol. Por lo tanto, si apoyabas a Dodge, no tolerabas la vista de un Ford. Así pues, muchos desconocen que Chrysler adquirió un Ford Mustang Boss 302 en 1969 con el fin de crear el Dodge Challenger T/A y el Plymouth AAR Cuda.
Esta es la unidad que se muestra aquí, y que será subastada en Mecum el próximo mes de mayo. A simple vista, podría confundirse con un Ford Mustang Boss 302 del año 1969 totalmente restaurado, uno de los 649 modelos que se fabricaron con la carrocería en Bright Yellow, el color más popular del Boss ese año.
El Ford Mustang Boss 302 del 1969 adquirido por Chrysler para desarrollar el Dodge Challenger T/A y el Plymouth AAR Cuda
No obstante, lo más destacado de dicho vehículo, especialmente para los seguidores de Dodge, es que Chrysler lo adquirió para desarrollar sus propios modelos competidores, el Dodge Challenger T/A y el Plymouth AAR Cuda.
En los años 1966 y 1967, Ford se coronó campeón del Trans Am, y en 1968 Chevrolet obtuvo el título con su Camaro Z/28, gracias a un motor V8 diseñado específicamente para la competencia. La respuesta de Ford fue el Boss 302, concebido para triunfar en los circuitos. A pesar de que Chrysler presentó un Dodge Dart y un Plymouth Barracuda en el Trans Am en 1966, no participó en el resto de las carreras de esa década hasta su regreso en 1970 con los nuevos Challenger y Barracuda.
No obstante, para estar segura de contra quién competía, era necesario poner sus manos en su oponente. Por esta razón, adquirió el Ford Mustang Boss 302 en 1969 a Ed Schmid Ford en Ferndale, Michigan. Además, la compañía no ocultó en ningún momento la transacción, ya que en la documentación del vehículo figuraba claramente ‘Chrysler Corporation’.
No alcanzaron la velocidad deseada
A pesar de que el desarrollo de los Dodge y Plymouth Trans Am ya estaba en marcha antes de que Chrysler comprara el Boss, conducirlo les ayudó a refinar algunas características de los coches. Una de estas modificaciones se hizo en la configuración de neumáticos escalonados, tanto en el Challenger como en el Cuda, y el V8 de 5,6 litros y seis cilindros de triple carburación de los coches de calle, que se redujo a 5,0 litros para la competición.
A pesar de que el Cuda era capaz de llegar de 0 a 100 km/h en un segundo menos que el Mustang Boss (5,8 segundos, para ser exactos), ni Plymouth ni Dodge consiguieron ganar ninguna carrera en 1970 y terminaron la temporada en último y penúltimo lugar, respectivamente.