En caso de que una marca de automóviles tenga que enfrentarse continuamente a la falsificación, es Ferrari. De acuerdo con la firma de consultoría Intebrand, la compañía con sede en Maranello se incluía en el ranking de las 100 marcas más valiosas en el mundo en 2022 (en el lugar 75º). Dentro del ámbito automotriz, la firma italiana es reconocida por ser una de las más prestigiosas, exclusivas y relacionadas con el lujo.
Por esta razón, su logotipo suele ser reproducido de forma ilegal en diversos productos, desde gorras, camisetas y gafas de sol hasta, según comentan en Ferrari, en un frigorífico. Además de la problemática de que el emblema de la marca se utilice en falsificaciones relacionadas con el merchandising, Ferrari también combate diariamente las falsificaciones de sus vehículos, contando con un departamento legal propio para dicho fin.
Ferrari lucha cotidianamente contra las réplicas de sus coches
En un reciente artículo publicado en la página web oficial de Ferrari, Carlo Daneo, consejero jurídico general de la empresa, menciona que “casi se presupone que habrá individuos intentando aprovecharse [de la marca], asociándose a nosotros sin tener ningún derecho para hacerlo”. El consejero resalta que “más allá de los productos falsificados como camisetas y gorras, hay individuos que fabrican de manera astuta coches falsos de Ferrari, con la intención de venderlos a precios elevados”.
“Los falsificadores están volviéndose cada vez más expertos”, señala Daneo. “Algunos utilizan chasis auténticos de Ferrari para agregarles la carrocería de un modelo de mayor valor”. El consejero destaca la alta calidad del trabajo realizado por los falsificadores: “Existen vehículos tan bien elaborados que terminan siendo subastados, y nuestra labor es notificar a las casas de subastas para que los retiren del mercado”.
Daneo expresa que “en ocasiones no es suficiente simplemente retirarlos del mercado, deseamos que todas las falsificaciones sean destruidas”. No obstante, en primera instancia Ferrari busca resolver las disputas de manera amigable con todas las partes involucradas: “Tratamos, siempre que sea factible, llegar a acuerdos con la otra parte, evitando recurrir a acciones legales“.
No obstante, cuando el propietario del vehículo falsificado se niega a destruirlo, especialmente si ha invertido una cantidad considerable de dinero en él, Ferrari aplica “escrupulosamente las normativas y hace comprender al comprador las implicaciones legales a las que se enfrenta“, indica el consejero.
El enfoque también se pone en las alteraciones
Incluso la compañía italiana presta atención a los modelos Ferrari que han sido alterados por terceros. En este caso, se hace saber al propietario que “nunca será admitido en eventos oficiales”. Además, si las modificaciones afectan las especificaciones técnicas del vehículo, “es posible que no estén cubiertas por la garantía correspondiente”. “En circunstancias extremas”, destaca Daneo, “incluso podrían comprometer su homologación para circular por carretera”.
A pesar de los esfuerzos de Ferrari por combatir las falsificaciones de sus vehículos, la empresa no logra erradicar todas estas prácticas que infringen sus derechos de marca y de imagen. Por este motivo, Ferrari ha lanzado el Proyecto de Recompensas por Falsificaciones, en el cual animan a cualquier individuo a reportar estas alegadas copias a la empresa, la cual, tras verificar que se trata de una falsificación, enviará un agradecimiento oficial al colaborador y un obsequio de Ferrari.