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El intrigante motivo detrás del volante descentrado del Porsche GT1 Strassenversion

Con el tiempo como aliado, los años 90 se recordarán por ser la época de transición de la conducción analógica hacia un era con numerosas asistencias electrónicas. Esta década marcó el último capítulo de los coches de competición en su forma más pura y trajo consigo grandes íconos, como el McLaren F1, que triunfó en Le Mans en 1995. Otras leyendas de esa época incluyen el Mercedes CLK GTR y el Porsche GT1 Strassenversion.

Durante esos años, Porsche se propuso regresar a las carreras de resistencia, iniciando el desarrollo de un vehículo para la categoría GT1, la más prestigiosa de aquella época. El proyecto estuvo bajo la dirección de Herbert Ampferer, y el resultado fue un coche que combinaba la parte delantera del 993 con la trasera del 962, equipado con un motor de seis cilindros biturbo de 3.2 litros refrigerado por agua que ofrecía 600 CV. Este modelo se convirtió en el primer 911 de motor central fabricado por la compañía y logró la victoria en la carrera.

Al año siguiente, Mercedes dio a conocer el CLK GTR, mientras que Porsche realizó ajustes en su GT1, incluyendo los nuevos faros del 996, que se volverían icónicos. Sin embargo, durante la carrera, el coche sufrió un incendio faltando tres horas para su finalización. Al llegar 1998, Porsche celebraba su 50º aniversario, un hito que les exigía no cometer errores.

La particularidad del volante en el Porsche GT1 Strassenversion

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Se desarrolló un coche completamente nuevo, el Porsche GT1. Sin embargo, conforme a las normas de la FIA, era necesario producir un modelo de calle para poder homologar el coche de competición. Así surgió el Porsche GT1 Strassenversion, que contaba con una evolución del motor bóxer biturbo de seis cilindros y 3.2 litros, capaz de generar 544 CV y 600 Nm de par máximo, alcanzando una velocidad máxima de 310 km/h y logrando una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos.

Este motor tenía refrigeración por agua y estaba equipado con culatas de cuatro válvulas por cilindro. Además de un sistema de inyección directa electrónica secuencial Bosch con doble turbocompresor y sus respectivos intercoolers.

Sin embargo, el GT1 Strassenversion poseía una característica que ha pasado desapercibida y solo quienes han tenido la oportunidad de conducirlo han podido notar. Se trata del hecho de que el volante presenta un ligero escoramiento hacia la derecha, una decisión que responde a una razón muy simple: esto facilitaba una mejor distribución del peso en circuitos de carreras con trazado en sentido horario. Esta peculiaridad explica la posición del volante en el Porsche GT1 Strassenversion.

 

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