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Innovaciones que transformaron la historia automotriz

El automóvil, surgido en la penúltima porción del siglo XIX en el contexto de la segunda revolución industrial, ha visto transformaciones colosales a lo largo de los años. De tal magnitud han sido sus cambios, que se considera a la industria de vehículos motorizados como una de las más evolucionadas. A continuación, te presentaremos diez invenciones que cambiaron radicalmente la historia del automóvil.

Arnes de seguridad

 

El arnés de seguridad definitivamente figura entre los avances más significativos en la historia vehicular. Un mecanismo protector creado a finales de los años 50 por el ingeniero sueco Nils Bohlin. Este invento ha sido el salvador de un sinfín de vidas a lo largo de décadas y, hasta el día de hoy, se mantiene como el más efectivo entre los dispositivos de seguridad vehicular. Fue en un Volvo P220 Amazon en 1958 donde se introdujo por primera vez el arnés de tres puntos.

Bolsa de aire

 

Dentro del ámbito de la seguridad vehicular, un componente esencial es el airbag, que actúa conjuntamente con el cinturón de seguridad. Este dispositivo consiste en una almohadilla de aire que se infla en milisegundos tras un choque, con el fin de evitar que los pasajeros se impacten contra el tablero.

A pesar de que el primer prototipo de airbag emergió en 1973 en un Oldsmobile Toronado, contaba con una mecánica bastante básica. Sin embargo, el airbag tal como lo conocemos se inauguró en 1981 en la Serie S de Mercedes-Benz. Con el tiempo, esta tecnología se ha desarrollado hasta incluir airbags de rodilla, de cortina, laterales, para cinturones y hasta para peatones…

Transmisión automática

Uno de los adelantos que transformaron drásticamente la historia del coche es la transmisión automática. Este componente, que se ha popularizado en las recientes décadas en Europa, sí que ha sido ampliamente aceptado y normalizado durante mucho más tiempo en América. De hecho, la primera transmisión semiautomática surge a finales del siglo XIX en Boston, de la mano de Thomas J. Sturtevant. Posteriormente, Oldsmobile puso en el mercado la primera transmisión completamente automática en 1940.

En la actualidad, la transmisión automática ha captado un creciente número de seguidores. Son muchos los conductores que prefieren este sistema por su confort y efectividad. Los antiguos cambios robotizados que incrementaban el gasto de combustible y disminuían el desempeño son cosa del pasado. En el presente, existen varias modalidades de transmisiones automáticas que se destacan por su excelente rendimiento: de doble embrague, de convertidor de par y de variador continuo (CVT) son los más prevalentes.

Tracción integral

 

La tracción integral es otro de los avances que transformó la evolución del vehículo, y no fue Audi con el célebre Quattro quien lo introdujo, sino la firma del Reino Unido Jensen. Específicamente, el Jensen FF de 1966, el cual disponía de un mecanismo ideado por Ferguson Formula que distribuía un 37% del torque al eje anterior y un 63% al posterior.

La propulsión posterior proporciona seguridad adicional al manejar sobre superficies deslizantes y muestra una gran capacidad para desplazarse fuera de carretera y sortear desafíos. Asimismo, esta excepcional técnica se ha ido perfeccionando con el tiempo, desde sistemas de tracción 4×4 constante a dispositivos más sofisticados que ajustan la distribución de torque entre los ejes según las demandas del suelo.

El climatizador

 

Indudablemente, el aire acondicionado representa uno de los avances más significativos en el ámbito automotriz, tanto en bienestar como en protección al conducir. No es comparable manejar un vehículo con un ambiente refrigerado y placentero a hacerlo bajo un calor agobiante. Las elevadas temperaturas incrementan el agotamiento y la somnolencia, reduciendo la alerta del conductor, lo cual eleva la probabilidad de sufrir un siniestro vial. De hecho, la Dirección General de Tráfico (DGT) señala que manejar a 35 grados centígrados es equiparable a la influencia de 0,5 mg de alcohol en sangre.

El primer automóvil equipado con un sistema de aire acondicionado fue el Packard 120, en 1939. No obstante, aquel era un sistema primitivo que ocupaba la totalidad del baúl. A lo largo del siglo XX, los diversos sistemas de climatización han progresado hasta convertirse en complejos climatizadores capaces de ajustar la temperatura en distintas áreas del interior del vehículo.

Sistema ABS

Originalmente concebido para la industria aeronáutica, eventualmente se adaptó a los vehículos terrestres. Los sistemas iniciales eran mecánicos y su efectividad era limitada.

Posteriormente, Bosch y Mercedes se encargaron de su optimización a finales de los 70 mediante el uso de tecnología electrónica. Este sistema previene el bloqueo de los frenos durante una detención abrupta y facilita el mantenimiento de la trayectoria del automotor.

Sistema ESP

 

Conocido como control de estabilidad, este dispositivo de seguridad activa es considerado el más eficiente en el mercado. Esta tecnología ajusta los deslices del piloto y conserva el curso que se establece mediante el volante. Por ejemplo, impide que el vehículo patine al abandonar una vuelta y se presiona el acelerador.

Debido a esta innovación, los automobiles potentes, en particular aquellos de tracción trasera que solían ser incontrolables y reservados únicamente para conductores altamente experientes, hoy pueden ser manejados por la mayoría. Constituye un mecanismo que ha mejorado considerablemente la seguridad vehicular y ha prevenido una gran cantidad de siniestros.

El propulsor turbodiésel, otra invención que transformó la historia del coche

 

Actualmente criticado por las autoridades de Europa y del mundo, la motorización diésel ha representado una de las mayores innovaciones de la manufactura vehicular y, si bien surgió casi simultáneamente con la aparición del automotor, gestado por Rudolf Diesel, no fue sino varias décadas después cuando se exhibió el primer coche de producción con propulsor diésel: el Mercedes 260D en 1936.

Empero, el propulsor diésel no llegó a ser ampliamente célebre hasta los años 90, cuando al final de los 80 se revelaron una gama de tecnologías, tales como la inyección directa que introdujo el Fiat Croma en 1987, el inyector bomba de Audi y el common rail o barrido común que idearon Bosch, Mercedes y Fiat.

Esto, en conjunto con el turbo, facilitó que los propulsores diésel alcanzasen una altísima capacidad de rendimiento, mientras menguaban el consumo y las emisiones y proporcionaban un andar muchísimo más suave que sus predecesores atmosféricos.

Sensores electronizados

 

Un vector de progresión destacada en la esfera automotriz ha sido la electrónica, en especial, a través de la integración de abundantes sistemas de asistencia vehicular, conocidos como ADAS.

Todo inició con los pioneros ABS y ESP, y posteriormente aparecieron las cámaras, sensores de ultrasonido, radares… de modo que en la actualidad los carros pueden estar dotados de funciones como el controlador de velocidad activo, señalizaciones de cambio de vía, avisos de punto ciego, sistemas de estacionamiento autónomo…

Automatización de la conducción

Siguiendo el tema anterior, en los tiempos recientes, y ya desde hace tiempo, el sector de la automoción se empeña en el progreso de mecanismos que posibiliten la circulación de automóviles sin la necesidad de participación alguna por parte del piloto.

Aun cuando la tecnología debe continuar su mejora y las normativas de numerosos países todavía no aprueban la conducción con las manos fuera del timón (incluyendo a España), existen tecnologías como el Autopilot de Tesla y sistemas de Mercedes-Benz o Audi que permiten que el carro progrese de forma autónoma hasta alcanzar cierto límite de velocidad.

Sistema de Navegación

 

Como mencionamos previamente, la evolución de los automóviles ha sido notoria en conexiones con la electrónica. En este ámbito, el progreso en términos de conectividad ha sido destacable y un ejemplo contundente es la integración del sistema de navegación. Estos aparatos han modificado drásticamente el modo de desplazarse en coche y reducido considerablemente las probabilidades de extraviarse.

Es más, los sistemas de orientación cuentan con unos precedentes históricos. Ya para mediados del siglo XX, surgieron los primeros artilugios que podríamos considerar como sistemas de navegación. En las décadas de los 80 y 90, fabricantes como Nissan y Toyota idearon sistemas más sofisticados, mientras que el navegador en el sentido que lo conocemos actualmente apareció en los años 2000, gracias al uso del sistema de ubicación por satélite GPS.

El propósito primordial del sistema de navegación es suministrar las indicaciones requeridas para asistir al automovilista a mantener la ruta óptima hacia su punto de destino. A través de un conjunto de satélites, esta tecnología precisa la posición del vehículo y la proyecta sobre un sistema cartográfico presentado en una pantalla.

Android Auto y Apple CarPlay

 

Vinculado al punto mencionado previamente, otra innovación que ha transformado la industria automotriz incluye los protocolos Android Auto y Apple CarPlay. Estas dos plataformas posibilitan que la interfaz del coche replique la pantalla del teléfono móvil del usuario, ya sea un equipo con Android o iOS. En otras palabras, transfieren la interfaz del teléfono móvil a la pantalla del automóvil.

Así, el conductor puede manejar las aplicaciones de su smartphone directamente desde el auto, como por ejemplo YouTube Music para disfrutar de un catálogo musical, o utilizar el sistema de navegación de Google Maps, sin considerar si el auto posee su propio sistema de navegación integrado.

En sus inicios, era imprescindible enlazar el smartphone mediante un cable, pero los avances tecnológicos han posibilitado la eliminación de tales conexiones físicas, y ahora la sincronización se efectúa de forma inalámbrica en un gran número de vehículos.

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