El 12 de marzo de 1996, Renault seleccionó Paraná como la ubicación para su nueva fábrica. Marcando así el comienzo de una nueva etapa en la industria automotriz en Brasil. El 4 de diciembre de 1998, se inauguró el complejo industrial Ayrton Senna en Curitiba, convirtiéndose en uno de los principales centros del Grupo Renault en Sudamérica. En los últimos 25 años, la planta ha alcanzado el éxito en términos de producción de vehículos icónicos, convirtiéndose en parte integral de la estructura socioeconómica local. Ahora, 25 años después, el complejo Ayrton Senna da comienzo a una nueva fase en su existencia.
La ciudad de Curitiba, en Brasil, está impregnada de pasión por los automóviles y el complejo Ayrton Senna es parte de esta rica cultura automotriz. El centro lleva el nombre del destacado piloto brasileño, triple campeón de Fórmula 1, que logró sus primeras victorias con un Lotus equipado con un motor Renault V6 turbo. La historia industrial dio inicio en 1996, cuando el Grupo Renault decidió establecer una planta en esta ubicación. Inaugurada en 1998, la planta celebra 25 años de actividad y vislumbra un futuro prometedor.
La instalación de Renault en Brasil, un legado de 25 años y el inicio de una nueva etapa
Organizado en dos unidades de producción enfocadas en vehículos de turismo y comerciales ligeros, el complejo Ayrton Senna da empleo a más de 5.300 trabajadores. Este año marca un cambio significativo con la incorporación de una planta de motores y una fundición por HORSE, empresa del Grupo Renault dedicada al desarrollo, producción y suministro de la próxima generación de sistemas de propulsión híbridos y de combustión interna de bajas emisiones. Desde 1998, el complejo ha manufacturado más de 3,5 millones de vehículos y cinco millones de motores, logrando éxitos tanto en el mercado local como en el internacional.
La singular historia del complejo Ayrton Senna comenzó con su establecimiento
A lo largo de los años, ha sido testigo del desarrollo de una amplia variedad de vehículos emblemáticos de la marca, como el Renault Scenic, que revolucionó la industria automotriz brasileña en 1998 con su diseño vanguardista. Desde entonces, cada año ha sido testigo de logros significativos, desde la llegada del Clio en 1999, hasta la apertura de la planta de propulsión, también en ese mismo año, y el inicio de la era Mégane en el nuevo milenio.
Brasil se volvió un punto estratégico para el crecimiento global de la marca francesa con la llegada de la Master, lo que representó la expansión hacia los vehículos comerciales livianos en la década de 2000. Posteriormente, en 2007, el lanzamiento de los Renault Sandero y Logan fortaleció su presencia en el mercado brasileño. Varios hitos significativos marcaron los años siguientes, como la producción del millón de vehículos en 2011 en el complejo; la introducción del Renault Duster; el debut del Oroch en 2015, la primera camioneta del fabricante francés en Brasil.
La oferta de modelos se amplió en 2017 con el Captur, seguido por el Kwid. En 2019, varios modelos hicieron su entrada en el mercado, incluyendo el Sandero, Logan, Sandero R.S. y Stepway 2020, así como el Kwid Outsider. En 2022, se llevó a cabo una renovación completa de la gama, con nuevas versiones de Kwid, Master, Oroch y Duster.
2023, el comienzo de una nueva etapa
En 2023 comienza una nueva etapa con la presentación del Plan de Juego Internacional de Renault 2027, la nueva estrategia del Grupo. En el marco de esta estrategia, el complejo Ayrton Senna producirá dos nuevos vehículos, el Renault Kardian y un nuevo SUV del segmento C. Para completar la base industrial del Grupo y satisfacer las demandas del mercado local, HORSE se ocupará de la fabricación del motor del nuevo SUV.
Además, el Grupo Renault también ha inaugurado un nuevo centro de diseño, el Renault Design Center LatAm, dentro del complejo industrial Ayrton Senna, que desarrollará futuros prototipos y modelos para los mercados brasileño e hispanoamericano.
Una instalación digitalizada y sostenible
El complejo Ayrton Senna ha experimentado una constante reinvención a lo largo de este cuarto de siglo, enfrentando los retos de la digitalización, la reducción de emisiones y la competitividad en términos de rendimiento. La transformación más significativa comenzó en 2016 con una serie de iniciativas relacionadas con la Industria 4.0.
En primer lugar, el complejo implementó una infraestructura de Wi-Fi que abarca una superficie de 6.000 metros cuadrados, garantizando una conectividad total en todo el recinto. Además, se ha eliminado el uso de papel al proporcionar tablets a todo el personal de fabricación, generando un ahorro total de 2,5 millones de hojas, equivalente a 21 toneladas de CO2.
Otro hito crucial en la transformación digital es el lanzamiento del Metaverso Industrial
En la actualidad, el complejo Ayrton Senna ha ingresado en una nueva era, con más de 700 robots controlados por esta vanguardista tecnología. La incorporación de esta tecnología en las líneas de ensamblaje ha revolucionado el análisis de datos en tiempo real, impulsando el rendimiento de la fabricación y mejorando la calidad.
Diariamente, se procesan 26.000 imágenes utilizando inteligencia artificial, lo que abastece un flujo ininterrumpido de datos que se emplean para verificar la integridad y la seguridad de la cadena cinética. Se ha establecido, asimismo, un centro de impresión 3D que fabrica más de 10.000 piezas al año utilizadas no solo en la producción, sino también para realizar diversas pruebas antes de iniciar la fabricación.
Con el propósito de incrementar la agilidad y el desempeño, un mínimo de 346 AGV (Automated Guided Vehicles por sus siglas en inglés) navegan diariamente por las líneas de producción. En el año 2020, el complejo Ayrton Senna fue designado como emplazamiento de la Industria 4.0 por la reconocida entidad Foro Económico Mundial, lo que refleja una vez más el firme compromiso de Renault de transformar continuamente sus fábricas hacia una producción más conectada y sostenible.
Hacia un futuro de emisiones reducidas
En línea con la promesa de Renault de disminuir las emisiones de CO2, las instalaciones de Curitiba están a la vanguardia de la transición hacia una producción reducida en carbono en el sector automotriz brasileño. Cerca del 40% de la extensión total de la fábrica está cubierta por bosques que se preservaron durante la edificación, lo que demuestra su compromiso con la conservación de la diversidad biológica.
En el marco de este enfoque, se han emprendido varias acciones fundamentales para minimizar la contaminación, particularmente en el área de la pintura. En 1998, Renault se convirtió en el primer fabricante de automóviles de Brasil en adoptar la pintura soluble en agua. Otro logro significativo fue la implementación de la política de cero residuos. Tan solo en 2022, la planta procesó más de 47.000 toneladas de desechos.
El pasado mes de julio, el centro ingresó a una nueva etapa, aprovechando la energía de un parque solar de 50 MW en el parque fotovoltaico de Castilho. En la actualidad, la totalidad de la electricidad utilizada para abastecer las plantas proviene de una fuente fotovoltaica limpia. En sus 25 años de trayectoria, el complejo Ayrton Senna no solamente es un ejemplo de éxito industrial, sino también de innovación, compromiso con la comunidad y crecimiento constante.