El emblemático año de 1976 marcó un hito en la cronología automovilística de España, cuando dio inicio la fabricación del legendario Ford Fiesta en la fábrica ubicada en Almussafes, Valencia, diseñada específicamente para la creación del nuevo vehículo insignia de la emblemática firma del óvalo. Es posible que conocieras el relato detrás del Ford Fiesta, pero podría sorprenderte saber que a su propulsor Ford Kent OHV se le apodó Valencia.
El Fiesta inauguró una era de innovación para la compañía americana, al ser el primer automóvil en presentar una estructura hatchback y con sistema de tracción frontal. Además, se trataba del primer lanzamiento que la empresa realizaba posterior al Granada, introducido cinco lustros atrás.
Un compañero que partió
Toda esta saga empezó a gestarse principios de los años 70. El interés por automóviles de menor tamaño creció, específicamente tras la crisis petrolera de 1973, que sacudió los aliceres del sector automotor global. Vehículos como el Audi 50, Renault 5 y el Fiat 127 ya transitaban las rutas europeas, y Ford estaba en busca de un competidor a su altura.
De tal forma surgió el prototipo denominado ‘Bob Cat’, que eventualmente evolucionaría al Ford Fiesta. Aunque otras denominaciones como Bolero, Bravo, Metro, Sierra, Amig fueron contemplados en Detroit. De hecho, Bravo fue el más votado, sin embargo, Henry Ford II optó por Fiesta. El automóvil fue presentado en 1976 y salió a la venta ese mismo año. Desafortunadamente, el modelo fue discontinuado por Ford a fines de 2023, despidiéndose tras más de 47 años en el mercado y la producción de más de 18 millones de ejemplares.
¿Por qué se bautizó como Valencia al motor Ford Kent OHV?
El debut de la primera generación del Ford Fiesta representó un gran triunfo que situó a la corporación del óvalo azul entre las posiciones líderes de la lista de los más vendidos durante extensos períodos. Solo tres años tras su irrupción en el mercado, la producción alcanzó la cifra de un millón de unidades elaboradas.
En lo que respecta a su estructura mecánica, estaba equipado con un propulsor de cuatro cilindros y 1.1 litros capaz de entregar 40 caballos de fuerza, los cuales eran suficientes para llegar a los 137 km/h y completar el sprint de 0 a 100 en 17’6 segundos.
Existía una variante con mayor rendimiento de 53 caballos de fuerza, vinculado a una transmisión manual de cuatro velocidades. Este motor era una edición mejorada del Ford Kent OHV, conocido como Valencia, nombrado así en honor a la planta de producción y montaje Ford Valencia, conocida como la fábrica de Almussafes.