El Porsche 914 se erige como un modelo significativo en la trayectoria de la marca alemana, habiendo logrado ciertos hitos y siendo resultado de una colaboración con Volkswagen.
Ambas compañías se unieron para desarrollar lo que se convertiría en el nuevo modelo de entrada de Porsche durante la década de los setenta, un descapotable biplaza con techo targa que, además, fue el primer automóvil de motor central diseñado por la firma alemana para su uso en vías públicas.
Homologado por el fabricante para competiciones desde 1970, logró un rendimiento destacable, obteniendo buenos resultados a pesar de enfrentarse a vehículos de mayores dimensiones y potencia en muchas ocasiones.
El modelo participó en eventos de prestigio como:
- Daytona
- Le Mans
- Sebring
- La Marathon de la Route de Nürburgring
Este último donde, en 1970, tres 914/6 GT acapararon los primeros puestos del podio.
Esto en el ámbito de la competición, pero en la vía pública también gozó de una buena aceptación
Al momento de su lanzamiento, la oferta incluía dos versiones: el 914, equipado con un motor bóxer de cuatro cilindros y 1,7 litros de origen Volkswagen, que generaba 80 CV de potencia, y el 914/6, que adoptaba el motor bóxer de 2.0 litros y seis cilindros con 130 CV del Porsche 911 T.
Con el paso de los años, la gama mecánica se amplió con la llegada de un motor de 2.0 litros de cuatro cilindros que entregaba 100 CV en 1973, seguido un año más tarde por un motor de 1,8 litros también de cuatro cilindros que ofrecía 85 CV.
Representante de su época en el plano estético, el modelo contaba con una imagen bastante distintiva
Presentaba una silueta esbelta, con líneas de cintura bien definidas. El paragolpes frontal, fabricado en plástico negro, incluía faros adicionales, mientras que los faros principales eran escamoteables y se complementaban con unos intermitentes en los extremos de la carrocería.
Elementos cromados en los retrovisores, el parabrisas y la capota destacaban sobre los vivos colores de la carrocería, mientras que la parte trasera presentaba un diseño más sobrio, con pilotos rectangulares y, nuevamente, un paragolpes de plástico negro.