Comienza la última etapa de la temporada en Bakú, la capital de Azerbaiyán. Una metrópoli que, según registra la historia, fue establecida por Alejandro Magno, y cuyo nombre en árabe (Bākuh, Bākūh o Bākūyā) proviene del persa bād Kūbac, que traduce como “ráfaga de viento”.
Desde 2016, ha sido sede de un Gran Premio de Fórmula 1 cada año, con la única excepción de 2020. En 2024, la competición se llevará a cabo, por primera vez, en septiembre, en lugar de las tradicionales fechas de abril o junio. Lo mismo ocurrirá a partir de 2025, todo esto con el objetivo de lograr un calendario más ordenado desde el aspecto logístico.
Como es habitual en los trazados urbanos, Pirelli ha seleccionado los tres compuestos más suaves de su gama para seco:
- C3 como duro
- C4 como medio
- C5 como blando.
La pista tiene una extensión de 6.003 metros y sus 20 curvas apenas han experimentado modificaciones desde 2016.
Algunos de estos giros, como los siete iniciales, son prácticamente ángulos rectos, mientras que otros, sobre todo los de la zona antigua de la ciudad, son de diferentes tipos. Algunos son lentos y otros se recorren a fondo, como la sección final, que incluye una recta de dos kilómetros que conduce a la línea de meta.
La pista presenta un amplio rango en su anchura: desde los apenas siete metros de la curva 8 hasta la capacidad de acomodar tres monoplazas en paralelo en la recta principal.
Aspectos que tener en cuenta con el cambio de fecha
Dado que el circuito generalmente está abierto al tránsito, la evolución del asfalto será un aspecto crucial para evaluar el desempeño, y la meteorología también puede influir significativamente. Normalmente, en septiembre las temperaturas son bastante elevadas, mucho más que las que se experimentan en abril.
Asimismo, la referencia puede cambiar considerablemente entre las zonas expuestas al sol y aquellas bajo la sombra de los edificios circundantes, especialmente en la porción que atraviesa la parte antigua del núcleo urbano. Por último, pero no menos importante, las ráfagas de viento pueden influir en la conducción. Al ser bastante variables en dirección, podrían sorprender a los pilotos, ya que se filtran entre las edificaciones de la ciudad.
Otros aspectos a tener en cuenta
La velocidad máxima más elevada jamás registrada por un automóvil de Fórmula 1 en un evento oficial fue en Bakú, cuando Valtteri Bottas alcanzó los 378 km/h al volante de su Williams-Mercedes durante la clasificación para el evento inaugural en 2016. Las altas velocidades en la recta principal pondrán a prueba los neumáticos, especialmente debido a la carga aerodinámica que generan los vehículos actuales.
Aunque hay tramos del circuito que requerirían una configuración aerodinámica diferente, las largas rectas obligarán a los equipos a optar por una puesta a punto de baja carga.
De esta forma, todos los pilotos son conscientes de que tendrán que luchar en la parte más lenta del circuito, donde dependerán del agarre proporcionado por los neumáticos para maximizar el rendimiento del automóvil. Afortunadamente, para todos ellos, la gama actual de Pirelli ha mostrado ser adecuada para estas condiciones extremas.
Desde un punto de vista estratégico, Bakú es una carrera típica de una única parada, donde el neumático más duro realiza gran parte del trabajo. Aunque, a primera vista, el diseño del circuito podría insinuar que los adelantamientos son relativamente fáciles, no es así.
Dada la jerarquía de los equipos este año, con mínimas diferencias de rendimiento entre los dos principales grupos, la efectividad del DRS podría desempeñar un papel crucial. Al igual que la capacidad de los equipos para responder ante lo inesperado en un circuito donde las posibilidades de que la carrera sea neutralizada son muy elevadas.
En 2023, casi todos los conductores iniciaron el GP con el neumático medio antes de cambiar al duro cuando se activó el coche de seguridad en la vuelta 11.
El «Checo» Sergio Pérez es el único piloto que ha logrado ganar aquí en más de una ocasión
El mexicano triunfó en 2021 y 2023, y en la más reciente ocasión también se llevó la Sprint, demostrando así su clara afinidad por los circuitos urbanos, ya que seis de sus siete victorias en la Fórmula 1 han sido en trazados de este tipo.
Si Checo es el rey de Bakú, Charles Leclerc se podría considerar como su príncipe de las poles, ya que el monegasco ha asegurado la primera posición en la parrilla durante los últimos tres años, de 2021 a 2023, y en la pasada campaña también fue el más rápido en el Sprint Shootout.
En lo que respecta a los equipos, los roles se invierten: Red Bull cuenta con más triunfos (cuatro) pero ninguna pole, mientras que Ferrari tiene cuatro poles, una de ellas gracias a Sebastian Vettel, pero nunca ha conseguido una victoria. De hecho, el equipo italiano solamente ha subido al podio en cuatro ocasiones, mientras que Mercedes y Red Bull lo han logrado en seis ocasiones cada uno.
